La bajante del Río Pilcomayo comienza a mostrar las devastadoras consecuencias de las inundaciones que azotaron el Chaco Salteño en las últimas semanas. Si bien la situación es menos crítica que en el pico de la crecida, la población aún enfrenta importantes desafíos para recuperarse. Fernando Soria, un vecino que ha estado trabajando activamente en la zona, brindó un panorama actualizado de la situación.
Según Soria, el río está en bajante, pero la alerta por las lluvias en la alta cuenca persiste. «Todavía quedan un par de días donde hay una alerta porque siguen las lluvias en la alta cuenca», comentó. Las inundaciones han dejado un panorama desolador, con viviendas destruidas, caminos intransitables y comunidades aisladas. «La mayoría de las casas de la comunidad de La Gracia, Monte Carmelo en su totalidad, fueron devastadas por desborde del río», señaló Soria. En la zona de La Estrella, las viviendas de barro se han derrumbado y también se reportan daños en otras localidades como Misión La Paz y Santa María.
Soria también destacó la situación de las comunidades que aún no han recibido asistencia, especialmente en áreas. «Todavía hay lugares, sobre todo en la zona sur, donde no ha llegado la asistencia. Hay caminos donde no se puede entrar todavía», lamentó. En cuanto a los centros de evacuados, Soria informó que algunos pobladores de La Curvita han comenzado a regresar a sus hogares, mientras que otros permanecen en los centros debido a las dificultades de acceso. «La situación de los caminos y las condiciones climáticas no permiten un retorno masivo», explicó. Sobre la transitabilidad de las rutas, Soria indicó que la ruta a Santa Victoria está parcialmente habilitada, con un bache importante que se ha rellenado. El camino a Misión la Paz, ya está abierta al tránsito.
El trabajo de los voluntarios, como los bomberos de Orán, ha sido crucial para brindar apoyo a la población. Los mismos se han organizado para ayudar en las zonas más afectadas trasladando mercaderia y otros elementos de primera necesidad en lugares donde el agua todavía no bajo.
En relación a la reconstrucción, la asistencia se está canalizando a través de la Municipalidad de Santa Victoria Este y se están organizando puntos de recepción de ayuda. Soria también mencionó que las zonas más al sur del Chaco, donde se encuentra el río Bermejo, también están sufriendo desbordes. «Hay casas inundadas, sembrados arruinados y animales perdidos», señaló.
La situación en el Chaco Salteño aún es compleja, pero la bajante del Río Pilcomayo abre un espacio para la reconstrucción y la recuperación de las comunidades afectadas. Se espera que la ayuda llegue a las zonas más afectadas con mayor celeridad para mitigar las consecuencias de las inundaciones.