Por Aries, Katia Gibaja, presidenta de la Fundación Ecos de la Patria Grande, explicó el significado de las prácticas ancestrales que se realizan cada 1 de agosto, en honor a la Pachamama.
Indicó que las preparaciones comenzaron ayer con una limpieza profunda de las casas, ya que hoy muy temprano se procede a sahumar. Esta limpieza tiene un propósito claro: agosto es un mes crucial que decide la salud de las personas, donde aumenta la posibilidad de enfermar por virus y bacterias. Por ello, la limpieza previa y el sahumado de hoy buscan desinfectar y purificar el hogar, utilizando plantas desinfectantes y esencias aromáticas, siempre acompañados de oraciones de protección en quechua.
Gibaja destacó la importancia del «hoini», una bebida ancestral que se tomaba muy temprano. Este batido, rico en vitaminas C y B, se consumía para prevenir enfermedades, especialmente en un mes donde, según las observaciones preincaicas e incaicas, la mortalidad infantil y de adultos mayores aumentaba. Si bien hoy a veces se utiliza carne y verdura en una versión más moderna, su esencia original se centraba en ese batido nutritivo.
El 1 de agosto se concentra en la limpieza y preparación del ambiente, mientras que la «corpachada», la ofrenda de alimento a la Madre Tierra, generalmente se extiende del 1 al 15, aunque en algunos casos se prolonga hasta el 30, y es un momento para compartir con toda la familia.
La presidenta de la Fundación Ecos de la Patria Grande subrayó que en las escuelas de Salta también se rinde homenaje a la Madre Tierra con cantos y alabanzas, pero sobre todo con un trabajo de concientización sobre el medio ambiente y el respeto hacia ella.
La idea central es tomar conciencia de que la Madre Tierra nos provee alimento a diario en gran abundancia, y que al menos una vez al año se le ofrece un agradecimiento, remarcó. Esto representa el «Ayni», la reciprocidad, el trabajo compartido, la hermandad y la solidaridad. L
a ofrenda, que se realiza con la sagrada hoja de coca, es un acto de agradecimiento de corazón, generalmente en pareja, y no tiene relación con festejos excesivos o vicios, contrariamente a algunas distorsiones actuales, aclaró. Para la cosmovisión andina, la Madre Tierra es una entidad viva, de la que venimos y a la que volvemos, lo que invita a una reflexión sobre el sentido de la vida, reflexionó Gibaja.