Según informó la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), las ventas minoristas PyME bajaron un 2% interanual en julio, mientras que comparando con junio la disminución fue del 5,7%.
Darío Pellegrini, presidente de la Cámara PyMEs de Salta, comentó en CNN Radio Salta que hace dos años vienen con un escenario tenso, con una interanual que baja debiendo desde el sector “disimular” la crisis vendiendo activos y ajustando gastos internos para mantener la masa salarial, empleos y los negocios abiertos.
“El principal problema de todas las PyMEs es la merma del consumo, la falta de circulante, la falta de dinero disponible incluso para cuestiones básicas” dijo Pellegrini, señalando que el turismo, las empresas convertidas al rubro minero y los comercios de mostrador (apertura al público), son los más afectados.
La situación preocupante se ve a nivel nacional por la morosidad en créditos, tanto tarjetas como prestamos, lo cual indica la falta de dinero para las obligaciones lo que impacta en el consumo.
“Las PyMEs representamos entre 98% y 99% de las empresas en Argentina, representa a la gente, si uno dice la gente está mal, las PyMEs también”.
El cierre de la Secretaría de Industria y Comercio de Nación y la Secretaría PyME no hace más que agudizar la problemática, expresó Pellegrini, si bien estas empresas son diversas, son eslabones delicados, por lo que estos organismos ayudaban a reforzar los puntos débiles.
Con respecto al RIGI, las PyMEs necesitan de una respuesta rápida, teniendo en cuenta que las inversiones se derramarían sobre las empresas años después, sin estar asegurado este impacto, por lo que se necesita un cambio, con medidas más rápidas, a corto plazo y no permanentes.
Aclaró que el sector hoy atraviesa una crisis de estabilidad, con cambios drásticos y una capacidad baja de adaptación, por lo que se requieren alivios a corto plazo que ayuden a las PyMEs a acomodarse.
“Las claves son medidas y financiamiento, financiamiento con 5, 3 años de gracia sería interesante, tengo un tiempo para adaptarme, generar rentabilidad y empezar a pagarlo”.
Hoy la herramienta y el esfuerzo más fuerte que hace la PyME es la baja de rentabilidad atrayendo con bajas de precios y promociones, lo que se refleja en la baja de precios que anuncia el presidente e impacta en la inflación: “El problema es que en el camino de la baja de inflación no desaparezcan las PyMEs, de que nos sirve la baja en medio de un cementerio”.
“El consumidor es la moneda desaparecida. Tenemos un mercado de poco consumidores y muchos que queremos atrapar ese poco dinero circulante”.
Sobre la mercadería que ingresa por frontera de manera ilegal, pidió mayor control, teniendo en cuenta el gran esfuerzo que hacen desde el sector pagando impuestos cuidando así los trabajos formales y la generación de ese impuesto que va a parar a obras.