La situación de los incendios forestales en la Patagonia es alarmante, con más de 1.800 hectáreas afectadas y focos activos que continúan fuera de control. Las provincias afectadas están luchando para contener el fuego, que no solo amenaza áreas protegidas, sino también comunidades rurales. Las autoridades locales han reforzado las operativos para combatir las llamas y mitigar el impacto ambiental, mientras que la población local se encuentra en estado de alerta.
Es importante destacar que además de El Bolsón, la ciudad de Epuyén en Chubut también se vio perjudicada. De esta manera, los gobernadores de Río Negro y Chubut confirmaron que “irán hasta las últimas consecuencias” para penalizar a los responsables. El gobernador Ignacio Torres de Chubut, por su parte, afirmó: “Se encontró material acelerante, que es combustible, y también está confirmado desde el día uno, aunque el peritaje recién lo confirmó oficialmente la semana pasada, que el atentado en la estancia Amancay con bombas molotov fue claramente intencional”.
Por otro lado, los especialistas y los perros involucrados en el caso, detectaron la presencia de sustancias acelerantes. Este dato logró reforzar la hipótesis de que la intervención humana tuvo que ver con el grave incendios, generando un aumento en la preocupación de las autoridades. Las condiciones climáticas adversas, como el calor extremo y la sequedad, han contribuido a la expansión de los incendios, complicando aún más los esfuerzos de los equipos de emergencia. La cooperación entre las provincias y el apoyo federal son esenciales para abordar esta crisis y proteger el medio ambiente.
Esta tragedia ecológica destaca la necesidad de implementar políticas de prevención y manejo de incendios más efectivas en nuestro país. A medida que el cambio climático continúa afectando a la región, es fundamental que las autoridades tomen medidas proactivas para proteger los recursos naturales y las comunidades vulnerables.